La Mesa Sensorial del ITA, la mejor aliada para el éxito de los chefs
La Mesa Sensorial, creada por el Instituto Tecnológico de Aragón ITA por encargo del Centro de Innovación Gastronómica de Aragón (CIGA), es un buen ejemplo de la aplicación de la Inteligencia Artificial (IA) al sector de la gastronomía.
La idea de cómo un software con IA puede analizar seis emociones básicas mientras se come ha despertado el interés de los medios de comunicación de toda España y son ya muchos los pases en los que han participado cocineros aragoneses con estrella Michelín y también otros profesionales que aspiran a ella. Entre los comensales, que han querido probar la Mesa Sensorial mientras degustan diferentes platos, la experiencia ha sido muy bien acogida.
El CIGA, ubicado en el Parque Tecnológico Walqa, en Huesca es un escenario ideal para la puesta en escena de la Mesa Sensorial, impulsada por tecnología de inteligencia artificial y equipada con una cámara 360º, tiene la capacidad única de detectar y analizar las emociones de los comensales durante la presentación y degustación de platos, ofreciendo datos valiosos para la evolución del sector gastronómico.
La Mesa Sensorial se centra en analizar e interpretar las emociones de los comensales para evaluar nuevos platos o formas de presentarlos. Las gráficas resultantes reflejan emociones como la felicidad, el temor a lo desconocido o la indiferencia, permitiendo a los restaurantes tomar decisiones informadas sobre su oferta gastronómica. Esta tecnología promete ser una herramienta para el sector, ayudando a los empresarios a comprender y mejorar la experiencia del cliente.
El equipo del ITA que ha trabajado en el desarrollo de la Mesa Sensorial está capitaneado por Rafael del Hoyo junto a José Ignacio Calvo, Gorka Labata, Marcos Caballero y Estela Aguilar. Para que la Mesa Sensorial sea lo que es, utilizan tecnologías de reconocimiento facial, perfeccionadas por ellos, en un software de última generación que es capaz de detectar, con el visionado de las imágenes captadas por una cámara 360º disimulada en un objeto decorativo -lo que consigue que los comensales no se sientan “invadidos” por el objetivo- y procesándolas mediante IA. Un ordenador recoge las emociones que sienten los comensales para que los restaurantes conozcan cómo está yendo la experiencia gastronómica, si han acertado, como pretendían, o el plato propuesto en el menú no tiene la aceptación deseada.
De este modo, dependiendo de la reacción a los sabores, un algoritmo extraerá parámetros positivos en caso de que estén satisfechos con el plato, como la felicidad o el asombro, y negativos, como el desagrado o la tensión. Con esos datos, pintará unas gráficas con información que, después, trasladará a un texto descriptivo en el que el programa transformará en gráficas y textos las conclusiones de la cata.
Desde el Centro de Innovación Gastronómica de Aragón, en el que se dan cita los mejores cocineros de la región, están convencidos de que esta herramienta de IA va a contribuir a la excelencia de sus negocios.
Desde el ITA, como centro tecnológico al servicio de las empresas, es una satisfacción conseguir que el desarrollo de este software esté logrando traspasar el ámbito regional captando la atención de los medios de comunicación interesados por esta tecnología.
El impacto conseguido nos posiciona en el sector de la innovación, en este caso, aplicando tecnología a la Gastronomía.
Estos son los impactos en la prensa regional y nacional
Lourdes Buisán Gabás
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