ITA: Remando juntos hacia el desarrollo sostenible
El desarrollo sostenible y la crisis sistémica
El remo es uno de los deportes más citados como metáfora de un trabajo en equipo. La sincronía y equilibrio de toda la tripulación tienen que ser adecuados para que un bote pueda surcar el agua y avanzar rápido.
Entre las imágenes subconscientes que nos despierta esta actividad queremos detenernos en la figura del timonel. Es una persona de mucho menos peso y músculo que el resto del equipo y siempre mira hacia el horizonte, al contrario del resto. A ojos de profanos desde la orilla parece que aporta poco. Pregunten a la tripulación qué opinan de esa idea prejuzgada, en especial, si es marinería de agua salada: para el equipo su timonel es vital para llegar a la meta sin zozobrar y tiene que ser el mejor intérprete del rumbo y la potencia necesarios para no perder la carrera.
Esta es la imagen que necesitamos: un mar revuelto, remos mojados y en cadencia, coordinados por un timón firme, que adapta el rumbo a cada envite, hacia el abrigo del puerto.
Si la mar embravecida es el mercado, en ITA estamos atentos a cada ola tecnológica, económica o social que nos pueda hacer volcar. Hemos fijado rumbo hacia el desarrollo sostenible como única travesía posible en un mundo en crisis sistémica. Y, aunque somos ligeros, podemos ser importantes para que “nuestras” empresas aragonesas remen juntas y el barco que todos formamos, sea el más marinero.
Este artículo explica por qué hemos marcado este derrotero en nuestras cartas.
La metáfora es especialmente útil en este nuevo tiempo marcado por la pandemia. Ejercitando una percepción crítica y sistémica de estos últimos meses, se ha evidenciado que está siendo una prueba de estrés para medir el desempeño, resistencia y capacidad de los diferentes sistemas sociales y económicos. Una prueba muy dura. Y, en esta mar abierta y en transformación, aparecen a la vez signos de oportunidad y de peligro, que un timonel debe interpretar.
El mundo tras la pandemia
La pandemia nos ha traído:
- Aceleración de la transformación digital de empresas y personas, que han supuesto:
- Mejora de la calidad del aire y la habitabilidad de las ciudades.
- Aumento de comercio electrónico.
- Mayor disponibilidad de la tramitación electrónica.
- Repriorización de los servicios esenciales y lo público.
- Foco en calidad y transparencia de datos, modelos y en la propiedad y el valor del conocimiento.
- Oscilación en los comportamientos solidarios y cívicos.
- Cambios en el modelo industrial y económico ante el desabastecimiento de las cadenas de suministros y de contenidos, que han supuesto:
- Suspensión temporal de los acuerdos bilaterales entre países y de los esquemas de calidad y protección comercial de productos.
- Conocimiento abierto y de coste marginal percibido como cero de los repositorios de conocimiento, tanto los científicos de pago como los normativos o los de algunas empresas clave. y a la espera del coste socioeconómico de las vacunas.
- Reindustrialización estratégica local.
- Consumo consciente y revalorización de las (muchas veces precarizadas) profesiones, servicios y productos esenciales como la limpieza, la agricultura o las cadenas locales de producción.
- Agilidad de las economías alternativas:
- Visibilidad de la resiliencia de la capacidad maker y la inteligencia colectiva.
- Aceleración de modelos de economía colaborativa muy efectivos si se saben detonar y organizar en modo público-privado, haciendo de hub consciente de conocimiento y capacidades (#frenalacurva). los clusters y organizaciones empresariales han ejercido de valiosos intermediarios.
- Resurgir de los modelos de economía y mercados planificados.
- Nuevas formas de producción cultural creativa y eclosión para el gran público de los e-sports.
- Tendencias socioeconómicas en crecimiento:
- Seguridad y prevención al alza.
- “Comoditización” de la tecnología sanitaria.
- Balance entre seguridad y libertad y revisión del papel de las empresas de tecnologías de la información y la comunicación en el marco de gobernanza de las aplicaciones de rastreo.
- Alza de las tecnologías del bienestar. previsible transformación en la asistencia a ancianos, las residencias, los centros de día y la asistencia domiciliaria.
- Replanteamiento de la vivienda habitual y vuelta al medio rural y natural.
- Industria de impresión 3d como alternativa-
- La autoproducción de recursos básicos se van a ver priorizados y regiones y personas van a querer mayor autocontrol de su producción y consumo.
En el manejo y la afección de la pandemia, aunque no son comparables territorios con modos de vida y estructuras de gobierno diferentes, se puede concluir que es un problema con un elevado número de dimensiones y variables no lineales.
Aún no se ha encontrado una explicación a porqué la pandemia se ha agravado en algunos países y regiones pero sí se han analizado aspectos como: tipo de vida social que se hace fuera del domicilio, condiciones climáticas proclives a la transmisión del virus como un cierto rango de temperaturas y una humedad relativa baja, modos de celebración y ocio en espacios poco ventilados, ciudades en altura con grandes densidades de población en base a viviendas pequeñas para núcleos familiares en los que varias generaciones conviven, población envejecida con gran número de residencias y residentes de la 3ª edad, algunos rasgos genéticos específicos como el grupo sanguíneo o carencia endógena de vitamina D, índices de obesidad, inmunidad cruzada con vacunas de uso normalizado, espacios con gran afluencia de turismo global o la importancia del sector de producción agroalimentaria.
Si sumamos otras condiciones del entorno adversas como la falta de experiencias previas en Europa para control de pandemias, una respuesta sanitaria centrada en el hospital por tener mayores recursos y eficiencia que la atención primaria, la falta de equipamiento crítico y de producción fabril propia, una gran proporción de pymes y autónomos sin colchón económico, y un entorno político poco propicio al acuerdo, podemos pensar que nos estamos en medio de una tormenta perfecta y que se prevén grandes afecciones en nuestra travesía.
El timonel y la tecnología de navegación van a ser clave
Lo que ahora no es tan evidente y es algo que ITA sí que ha ido escribiendo en su bitácora es que ya teníamos un peligroso “mar de fondo”: están en marcha grandes cambios en la sociedad al chocar el modelo económico dominante con los límites físicos del planeta. Están acelerándose, emergiendo con fuerza, tendencias y procesos inherentes a la Sociedad de la Innovación como la concentración y control de los mercados de las grandes compañías multinacionales en todos los sectores, especialmente visibles en entretenimiento y videojuegos, telecomunicaciones, comercio electrónico, servicios financieros, automóvil, energía o producción agraria.
Estas dinámicas hacen que barcos como los nuestros se queden rezagados en la regata global y sufran efectos colaterales como la uberización del empleo medio y el aumento de las desigualdades por las diferentes brechas digitales.
Aunque pequeños y ligeros, en ITA hemos apostado por estar cerca de los centros de decisión europeos para conocer qué vientos van a ser los dominantes, tanto en la UE como en las matrices de nuestras empresas cliente “tractoras”. Somos conscientes de que tenemos que alejarnos de dos grandes procesos de competencia por el espacio vital con derivas contrapuestas:
- El movimiento geopolítico (de Oriente a Occidente -de Este a Oeste y de Norte a Sur- ) en el que un capitalismo financiero dolarizado, trata de mantener su hegemonía frente un capitalismo planificado de estado. Las grandes empresas de la GigEconomy beneficiadas por las políticas de los bancos centrales frente a las grandes empresas cuasi-estatales apoyadas por férreos mecanismos de control gubernamental, militares y tecnológicos y millones de susarios. El resto de los bloques, incluida la Unión Europea tratan de sobrevivir sin esos instrumentos en un mundo de reglas ajenas cada vez más multilateral. En este escenario, la deuda, los acuerdos comerciales, el dumping en la política fiscal, el acceso monopolístico a los recursos básicos y los conflictos producidos por la manipulación de la realidad por medios de comunicación y redes sociales son arietes para controlar una realidad compleja y doblegar voluntades. Se compite en medio de la tormenta entre territorios e incluso entre sectores.
- El desequilibrio socioeconómico de pobres a ricos (y sus representantes) menos evidente por ser transversal a cualquier país, en el que compiten una pequeña y poderosa élite económica, política e incluso intelectual, una clase media desnortada y en retroceso y los más desfavorecidos por el sistema, casi sin opciones de partida. Una vez que hemos tocado techo en un modelo extractivo de recursos basado en energía barata, los sistemas productivos y basados en méritos se han visto relegados por esquemas de reproducción del capital en el que prima lo financiero, la complejidad legal y lo relacional (y en donde rentas y patrimonio se sifonan hacia una minoría de empresas y organizaciones y, dentro de ellas, a una minoría directiva en supranacional en connivencia con el entramado local necesario).
La respuesta europea
Los europeos estamos obligados a desarrollar una “tercera vía de salida a la metacrisis” y nuestro propio espacio geopolítico porque en el ámbito de las tecnologías de la información y la comunicación (y en Defensa y almacenamiento energético), que es donde se está jugando la hegemonía mundial, los países europeos estamos supeditados al hardware asiático o americano, lo que a larga supone una pérdida de soberanía. Y porque no tenemos empresas de escala global, apoyadas por los ingentes programas estatales o de defensa, ni queremos culturas empresariales con estructuras socioeconómicas basadas en reglas que priman el individualismo frente al grupo y que subcontratan en países donde los derechos humanos están en un segundo plano.
La tercera vía es la respuesta a ¿por qué la mayoría de la población china o la americana querría vivir en Europa? Es difícil imaginar una startup no europea que desarrolle una aplicación de voto democrático u otra que esté basada en datos de una medicina pública y universal. Éste es un rumbo de descubrimiento.
Europa no puede competir en un mercado con reglas y sistemas que no sean compatibles con nuestra cultura. Nuestra esperanza se basa en nuestra diferente ingeniería social, trenzada a lo largo de los siglos. Los europeos tenemos un mayor grado de consciencia y sentido crítico sobre los modelos de crecimiento no sostenibles, la falta real de democracia o el respeto y ayuda al ser humano, en toda su diversidad y condición, tanto como ciudadanos como consumidores.
Una vía de competencia basada en Conocimiento+Sociedad, no en uno a costa del otro. Europa puede primar con sus políticas lo que las otras potencias no pueden si se pone el foco en el bienestar de las personas, de todas ellas, incidiendo en la igualdad de oportunidades, en ser regidos por una verdadera democracia, en el respeto a los derechos humanos, en la diversidad, en la redistribución equitativa de la riqueza, en el acceso sostenible de los recursos medioambientales.
Nuestra proa se dirige hacia la contribución a los objetivos de desarrollo sostenible.
Y también es la solución propuesta por la UE: empleo verde y en la economía del cuidado, energías renovables, la transformación digital de empleos y empleadores, tanto públicos como privados y se comienza a hablar de la soberanía digital y la eliminación de los monopolios en servicios digitales.
Una oportunidad para España y Aragón
España tiene como fortalezas su clima mediterráneo, la diversidad de los grandes espacios naturales, modos de vida en comunidad, un gran legado cultural, tolerancia y libertad, seguridad ciudadana y un sistema sanitario público con excelentes profesionales.
La poca complejidad de la economía española puede ser un reflejo de lo potente que es en “bienestar” (la atractividad natural y patrimonial de nuestro país produce primero el turismo como medio de vida por lo que la pandemia nos ha afectado sobremanera). Como antaño lo fue en Finlandia, la transformación en base al conocimiento de las personas que quieran desarrollar su vida en un ecosistema privilegiado puede ser clave para refundar nuestra economía.
Desarrollar y especializarnos en tecnologías para una vida mejor, la que podríamos llevar por sistema en España, una vida segura, sostenible, significativa, sociable y saludable, pueden ser el motor y la referencia en Europa para un renovado modelo económico y social según el nuevo paradigma.
La oportunidad de Aragón para competir en Europa es sumar a esa fortaleza la idea de ser en sí mismo un ecosistema prototipo completo, confiable, seguro, sin rechazo y poco conflictivo. La estrategia de trabajar en nuestro específico binomio problema-oportunidad de proveer servicios básicos en zonas despobladas y envejecidas (para su reversión) haciendo un balance adecuado de la relación entre Zaragoza y el resto del territorio.
Como ITA, nuestro timón se dirige a ayudar a empresas a introducir esas tecnologías que ya marcan el rumbo correcto: en tecnologías de materiales para la neutralidad climática y la no emisión de contaminantes, modelos digitales para simular problemas complejos de calidad, eficiencia eléctrica, inteligencia artificial y soberanía del dato, blockchain, IoT o robótica social. Y todo ello bajo nuestros propios principios de innovación responsable y de contribución a los ODS y el bien común: conocimiento abierto, cooperación, transparencia, confianza y triple sostenibilidad.
Francisco Rojas Luna
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