Innovación y tecnología frente al cambio climático
Si cambia el clima, cambia todo.
Aragón no se quedará a salvo de las consecuencias del cambio climático. Se prevé una disminución de hasta un 50% en las precipitaciones del territorio en los próximos 70 años, según cálculos actuales. Esta reducción de agua y nieve llevará, inevitablemente, a periodos de sequía y a un aumento de la desertificación. Si hablamos de economía, la cosa tampoco pinta bien. Aunque todavía no existen estimaciones precisas de impacto económico sobre el territorio aragonés, con la proyección actual de un aumento de la temperatura del planeta en más de cuatro grados para 2100 y sin contemplar grandes desastres, se estiman bajadas del PIB en todos los países, en la Unión Europea hasta un 9,37% (Fuente: IMF).
En este escenario, el Gobierno de Aragón quiere priorizar dentro de una Ley de Cambio Climático y Transición Ecológica, la contratación pública de empresas que apuesten por el medio ambiente, aspectos sociales e innovación. Es previsible que tanto las legislaciones estatales como las europeas vayan encaminadas a reducir el impacto medioambiental de la actividad humana, mantenimiento como prioridad la reducción de residuos y gases de efecto invernadero de todos los actores. Por ello, debemos ponemos en marcha y empezamos a tomar decisiones para evitar superar los 2ºC.
¿Cuáles son los aspectos en los que puede mejorar una empresa para reducir su impacto medioambiental?
Principalmente podemos resumir las acciones en los siguientes puntos:
- Reducción de la huella de carbono.
- Economía circular.
- Aumentar la vida útil de productos.
- Uso de materiales 100% reciclables, compostables o biodegradables.
- Gestión más ecológica de los residuos.
- Gestión eficaz del agua.
- Minimización del consumo energético.
Reducción de la huella de carbono
A parte de medidas como abastecer a las empresas con energía solar, reducir las horas laborables, cambiar la flota de vehículos de combustión por vehículos eléctricos o sustituir las luminarias por otras de menor consumo, existen otras iniciativas que pueden reducir la huella de carbono, como por ejemplo:
- Una gestión optimizada de la cadena de suministro. Camiones vacíos, rutas inadecuadas, etc. son aspectos que pueden optimizarse mediante modelos de simulación y/o analítica de datos y que, además de reducir la huella de carbono, también reducen el gasto innecesario a las empresas.
- Realizar un mantenimiento predictivo basado en algoritmos de Big Data en aquellos equipos críticos en los que su parada por un fallo predecible suponga un quebranto considerable en términos de pérdida económica y energética.
- Gestión, tratamiento y valorización de residuos en la industria.
- Rediseño de componentes para optimizar su consumo energético.
- Electrificación de sistemas para reducir el uso de combustibles fósiles.
- Etc.
Además, la reducción de emisiones conlleva una reducción del consumo energético y, por lo tanto, de los costes de la empresa.
Economía circular
El objetivo de la economía circular es el “zero waste”, o lo que es lo mismo, producir para que en el ciclo final del producto éste sea fácilmente desensamblado y todos sus componentes y materiales vuelvan al ciclo de producción o, en su defecto, sean biodegradables. El objetivo es reducir el consumo de materias primas, reducir residuos y ahorrar en energía y agua.
La economía circular cambia la forma de pensar de las empresas a la hora de diseñar los productos y los procesos. Pongamos un ejemplo, las telas utilizadas para la ropa están hechas de diferentes fibras formadas por materiales orgánicos y sintéticos, que son difíciles de separar y, por lo tanto, no pueden volver a ser materia prima (por ahora, sólo se puede reciclar la ropa monomaterial).
Algunas medidas son:
- Sistemas de separación de componentes en los procesos de reciclado y valorización.
- Rediseño de productos y desarrollo de nuevos materiales para que éstos sean fáciles de separar y reutilizar en un futuro.
- Diseño y desarrollo de productos hechos de materiales ya utilizados en usos anteriores.
Vida útil de los productos
La “obsolescencia programada” es un término antiguo y está considerada una mala práctica. Además, la Unión Europea aprobó una ley en 2019 en la que garantizaba las piezas de repuesto durantesiete años como «mínimo» para los refrigeradores, o durante diez en el caso de lavadoras y lavavajillas domésticos. Las nuevas tendencias giran en torno a productos que van creciendo, mejorando y con servicios técnicos presentes y activos (IoT).
Ejemplos de desarrollos para alargar la vida útil de los productos:
- Impresión aditiva de repuestos.
- Diseño y desarrollo de productos robustos y fiables y que faciliten las labores de mantenimiento.
- Fabricación modular con componentes intercambiables y/o universales.
- Aseguramiento de la integridad estructural de los componentes mediante técnicas de computación avanzada.
- Conectividad de los productos para aumentar sus prestaciones en cuanto a su vida útil.
- Etc.
Materiales reciclables 100%, compostables o biodegradables
La Unión Europea ha prohibido los plásticos de un solo uso para el año 2021. Para otros usos del plástico, como son las botellas de bebidas, exige que los residuos se recojan separadamente, de forma que su porcentaje de reciclaje pueda alcanzar el 90% en 2025. Para conseguir estos objetivos se debe tener en cuenta, por una parte, el diseño de nuevos materiales y, por otra, ensayos que garanticen su reciclabilidad y compostabilidad.
Una gestión más ecológica de los residuos
El aumento de los residuos de una empresa o las condiciones en las que se almacena o elimina pueden llegar a ser un problema medioambiental, aunque éstos, en un principio, no estén catalogados como peligrosos o contaminantes. Uno de los casos actuales y más notorios es el de los purines de cerdo, donde el aumento de la producción está suponiendo un problema medioambiental por la filtración de éstos al aire, al suelo y al agua.
Aplicando la tecnología se puede:
- Desarrollar sistemas robotizados para agilizar los procesos de gestión, tratamiento y valorización de residuos.
- Implementar gemelos digitales en las fábricas de gestión de residuos para optimizar sus procesos.
- Desarrollo de nuevos materiales basados en la valorización de residuos.
- Simular mediante técnicas avanzadas los procesos físico-químicos puede ayudar a gestionar los residuos de forma más óptima ideando nuevos procesos productivos.
Además, la gestión de los residuos puede hacer que éstos se conviertan en nuevas materias primas y vuelvan a la economía, abriendo nuevos mercados para las empresas como la producción de energía (biogás, biomasa, pirólisis,…).
Gestión eficaz del agua
En la situación actual, las precipitaciones van disminuyendo mientras la demanda aumenta. Lo que parece un problema, puede ser una oportunidad para las empresas; las que tengan capacidad de adaptarse a estas nuevas situaciones (resiliencia) podrán tener una ventaja competitiva.
Algunas ideas basadas en la tecnología que se están poniendo en práctica ya en algunos sectores industriales son:
- Aplicaciones big data que controlen la distribución del agua, reduciendo las pérdidas o adaptando el uso de los recursos hídricos.
- Sistemas de regadío inteligentes según información climática y proveniente de sensores en el campo.
- Nuevos sistemas de depuración y recolección de agua.
- Rediseño de productos para la optimización del agua mediante simulación CFD.
- Etc.
A veces, se tiene la iniciativa pero no las ideas. Solicítanos información, nosotros podemos asesorarte para mejorar los procesos y productos.
Fuentes:
IMF. IMF Working paper. Long-Term Macroeconomic Effects of Climate Change: A Cross-Country Analysis [on-line]. [Consulta: 16 de diciembre de 2019]. Disponible en web:
<https://www.imf.org/en/publications/search?when=After&series=IMF+Working+Papers>
Heraldo: El plan de la DGA contra el cambio climático primará la contratación de empresas sostenibles <https://www.heraldo.es/noticias/aragon/2019/12/03/el-plan-de-la-dga-contra-el-cambio-climatico-primara-la-contratacion-de-empresas-sostenibles-1347075.html>
C. Martínez
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