El ITA acoge una jornada de debate sobre las últimas innovaciones en materiales biobasados y en economía circular

El Instituto Tecnológico de Aragón ITA ha acogido este martes 19 de noviembre la jornada técnica Innovación Sostenible: Materiales y Circularidad (ISMAC), a la que han asistido más de 60 personas, en su mayoría representantes de empresas e investigadores, interesados en conocer las últimas innovaciones en materiales biobasados y en economía circular.
En esta jornada se ha abordado cómo reutilizar y reciclar piezas para automoción, los plásticos de los invernaderos, los plásticos de film y conseguir nuevos materiales o incluso energía.

“La industria debe buscar soluciones de economía circular y de sostenibilidad en el actual contexto de cambio climático”, ha señalado Carlos Millán, adjunto a Dirección del ITA. “Precisamente, estos días se celebra la 29 ª conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático y acabamos de comprobar los efectos de la DANA en Valencia. Por lo tanto, debemos actuar de manera rápida en todos los ámbitos”, ha recalcado en su intervención, que ha dado a paso a diversas ponencias que han abordado temas como las biorrefinerias de gases en el contexto de bioeconomía y su potencial para la obtención de bioproductos y limitaciones, a cargo de Raúl Muñoz Torre, del Instituto Procesos Sostenibles, de la Universidad de Valladolid.

Para descubrir cómo estas nuevas soluciones están marcando el camino hacia un futuro más sostenible para las empresas y la sociedad, desde el Instituto de Investigación e Ingeniería de Aragón (I3A de la Universidad de Zaragoza), su director, Jesús Arauzo Pérez, ha explicado que en su equipo trabajan en el procesado termoquímico de residuos.
Desde el ITA se ha contado cómo son los procesos mecánicos de valorización y materiales biobasados, a cargo de Cristina Crespo Miñana, coordinadora de Tecnología Instituto Tecnológico de Aragón, en el departamento de Materiales y Componentes.

María Ángeles Cavero, directora de Sostenibilidad de Mondo Tufting, ha hablado del reto de trabajar con plásticos “sostenibles”.

Y Miguel Ángel Sanz, de Valoriza Servicios Medioambientales, ha explicado RARX, ejemplo de economía circular, aprovechamiento del origen biogénico en la reducción de la huella de carbono.

Sobre los films plásticos compostables para envases: una estrategia complementaria al reciclado ha intervenido Lorenzo Lizcano, de Diversificación y Nuevos Materiales de Viscofan.

También han hablado de bolsas de basura compostables Inzea para la recogida de residuos orgánicos, por Silvia Catalán, Sustainability Manager de Nurel.

Para finalizar, se ha celebrado una mesa redonda sobre el papel de las Plataformas y Asociaciones Empresariales en el impulso de la innovación sostenible y la circularidad en materiales , con Marc Monnin, del Centro Español de Plásticos; Alberto Tielas, de Materplat, la Plataforma tecnológica Española de Materiales Avanzados y Nanomateriales; Pilar Gómez, de FEQPA, la Federación de Empresas Químicas y Plásticos de Aragón y como moderador José Luis Núñez Bruis, coordinador de Materiales y Componentes del ITA.

Plásticos biodegradables

Respecto a los biobasados, los plásticos biodegradables están diseñados para desintegrarse por acción de microorganismos que los utilizan como fuente de carbono. Estos plásticos pueden ser biobasados, es decir, fabricados con materias primas orgánicas que proceden de fuentes renovables, o bien fabricados a partir de fuentes no renovables como el petróleo.
Conocer la composición y estructura de los materiales resulta de gran valor en el diseño de nuevos materiales, análisis de fallo de productos o componentes o control de calidad.
La producción global de plásticos y, por tanto, su consumo se ha disparado en los últimos 50 años y, en especial, en las últimas décadas. Así, en los últimos trece años, hemos producido más plástico que en toda la historia de la humanidad.
España es el cuarto país de la Unión Europea con mayor demanda de plásticos, donde hasta el 50% acabaron en vertederos. Muchos de estos envases serán los objetos de plástico que encontremos con más frecuencia en el medio ambiente, dañando los ecosistemas marinos. Esto desemboca en un impacto ambiental negativo frente al que ha surgido el modelo de economía circular que se asienta sobre los pilares de reducir, reutilizar y reciclar.