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Las redes eléctricas son la columna vertebral del sistema eléctrico y deben expandirse y modernizarse para adaptarse a la transición energética, que tiene implicaciones como una generación fluctuante y distribuida o nuevas infraestructuras para la carga de vehículos entre otros. La flexibilidad de la red, que hasta ahora se basaba en combustibles fósiles e hidroeléctrica principalmente, pasará a depender de sistemas de almacenamiento en baterías o haciendo uso de vectores energéticos como el hidrógeno o el amoniaco; la respuesta a la demanda; y la bioenergía. Además, la potencia de la red no tendrá una única dirección y se transformará en un flujo bidireccional
En el ITA, afrontamos los retos de las redes de distribución eléctrica híbridas desde nuestra experiencia en sistemas eléctricos sostenibles, almacenamiento eléctrico y electrónica de potencia, que nos permite desarrollar sistemas inteligentes de alta eficiencia y bajo nivel de ruido, dando soporte a las empresas desde las fases iniciales del diseño a través del desarrollo de modelos y gemelos digitales, hasta el prototipado y el ensayo experimental en entornos relevantes.
Nuestro laboratorio Zero Emisiones permite operar en conexión y en modo isla, para evaluar las transiciones entre modos y black-start, y analizar el efecto de los armónicos en la red cuando se opera en modo isla. Cuenta con fuentes renovables (fotovoltaica y eólica), sistemas de almacenamiento (baterías e hidrógeno) y emuladores de carga, para la definición y evaluación de estrategias de control para el manejo de la energía (EMS). Nuestra experiencia en el modelado inversores de potencia a escala dinámica y transitorios, es la base para analizar y definir estrategias de control para estabilidad de red, pudiéndose validar experimentalmente, incluso para control combinado de redes CC y CA.
